Prohibir el cifrado no es la solución

Somos una de las más de 200 organizaciones y empresas que han suscrito una carta abierta a los líderes mundiales para invocarlos a respetar las herramientas tecnológicas de cifrado. De esta manera, invocamos a los gobiernos del mundo a rechazar leyes, políticas públicas, o cualquier otro mandato o práctica, incluyendo acuerdos secretos con empresas, que limiten el acceso a o afecten las condiciones en las que se desarrollan herramientas de cifrado y otras tecnologías de comunicación segura. La versión completa de la carta, promovida por Access Now, puede leerse en Español desde aquí.

La carta explica a los gobiernos del mundo cómo las tecnologías sólidas de cifrado son la piedra angular para el desarrollo de un ambiente seguro en entornos digitales. Aunque la tentación de prohibir o controlar estas herramientas para frenar su uso ilícito es grande, su prohibición podría implicar afectar también a usuarios, empresas e incluso otros gobiernos que dependen de estas herramientas para asegurar sus activos en línea. Las principales conclusiones de la carta son:

  • Los gobiernos no deberían prohibir ni limitar el acceso de los usuarios a las tecnologías de cifrado; o prohibir el uso de cifrado por grados o tipos.
  • Los gobiernos no deberían exigir el diseño o la implementación de “puertas traseras” (backdoors) o vulnerabilidad en herramientas, tecnologías o servicios.
  • Los gobiernos no deberían requerir que las herramientas, tecnologías o servicios sean diseñados o desarrollados para permitir el acceso de terceros a datos sin cifrar o a las claves de cifrado.
  • Los gobiernos no deberían tratar de debilitar o socavar los estándares de cifrado o influir intencionalmente en su desarrollo, a menos que sea para promover un mayor nivel de seguridad de la in-formación.
  • Ningún gobierno debería exigir algoritmos, estándares, herramientas o tecnologías de cifrado in-seguros. Tampoco debería, por acuerdo privado o público, obligar o presionar a entidades para que actúen de manera incompatible con los principios anteriores.

Foto: Cory Doctorow (CC BY-SA 2.0)

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