Hace apenas unos días fue lanzada la aplicación Perú Drivers, una iniciativa peruana que busca competir con otras de su tipo como Uber EasyTaxi o Cabify. Del mismo modo, a lo largo del año pasado se han anunciado otras aplicaciones peruanas que buscan entrar a competir a este mercado. Incluso hay una que se salió del molde y apunta al servicio de mototaxis.
La aparición de estos servicios no son solo una respuesta a la popularidad de estas aplicaciones sino que forman parte de una actitud muy peruana frente a la competencia extranjera: la de crear ‘versiones nacionales’ de todo, una práctica que en el ecosistema digital es mejor conocida como los copycats.
Sin embargo, estas noticias no han caído bien a todos. Grupos de taxistas formales (entiéndase con permisos municipales) y empresas tradicionales de transporte privado han realizado varios actos de boicot. En algunos casos han sido ‘caravanas de protesta’, pero también han empleado la vía legal para intentar deshacerse de esta competencia que ellos consideran “desleal”.
Como mostramos en un artículo anterior, el INDECOPI ya se ha pronunciado con anterioridad sobre las aplicaciones de este tipo, pero desde el ángulo del servicio al consumidor. Allí, ha tenido algunas interpretaciones que consideramos pueden ser perjudiciales para el futuro de estos negocios. Pero también se ha pronunciado sobre el mismo tema desde el ángulo de la competencia.
Ex Director de Políticas Públicas (2013-2020)
Bachiller en Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.