La violencia en línea es real. Afecta a las mujeres de maneras muy profundas. y tiene un impacto psicológico y emocional muy fuerte en quienes la sufren. Nos hace daño y lo sentimos en el cuerpo y en la mente.
Ocasiona…
☔ Estado permanente de alerta. También existe la sensación de tener que estar constantemente alerta, pegados al celular todo el tiempo o «por lo menos una hora al día» para poder responder el gran volumen de mensajes.
Sin embargo a estas personas les resulta casi imposible deshacerse de las agresiones, sobre todo las que llegan por medio de ataques coordinados: “No nos da la vida para responder todo”.
☔ Daño emocional. Las personas entrevistadas expresaron sentimientos relacionados con tristeza, ansiedad, estrés, pánico, inestabilidad emocional y hasta pensamientos auto-destructivos que finalmente las obligan a auto-censurarse o distanciarse de ciertos temas o relaciones por auto-protección.
☔ Agotamiento mental. Las personas manifestaron estar cansadas y agotadas por cómo les “quitaba tiempo” y gastan las energías el lidiar con esta violencia. Además, expresaron sentimientos paralizantes como la frustración, impotencia, la indiferencia o la resignación manifestado por medio de frases como: “Ya me daba igual, ya no me importaba tanto”; “ya no me interesa opinar, detrás de una computadora siento que no vamos a llegar a mucho”.
☔ Sensación de inseguridad física. Las personas que viven violencia en línea “sienten miedo” debido a amenazas de violencia física que reciben en internet. En ocasiones tienen que pedir a familiares o amigos que las cuiden o acompañen en espacios públicos.