En Perú estamos condenados a combatir una y otra vez las mismas malas ideas sobre cómo regular Internet. La más reciente entrega de nuestro castigo divino es el Proyecto de Ley presentado por el congresista Yonhy Lescano que propone prohibir la difusión de cualquier tipo de pornografía a cualquier persona a través de Internet. Así de ambicioso y así de equivocado.

Es imposible bloquear la pornografía

El proyecto de ley habla de “prohibir su difusión” pero eso es algo que Perú no puede ordenar a empresas extranjeras. Lo que sí podría ordenar es que las empresas operadoras como Movistar bloqueen el acceso a ciertas páginas. Sin embargo, no existe nada como un registro global de páginas con contenido pornográfico. Existen repositorios privados mantenidos por ciertas empresas pero están lejos de abarcar todo el contenido pornográfico. Aunque logren bloquear las más populares, invariablemente seguirá existiendo contenido pornográfico al alcance de cualquiera.

Lo que es peor, al efectuar los bloqueos puede perjudicarse el funcionamiento de otros servicios. Plataformas tan populares como Blogger, Tumblr o Reddit admiten la difusión de contenido pornográfico. Al bloquearlas en Perú, también se estarían bloqueando las páginas de empresas, sindicatos, colectivos sociales o usuarios en general que usen esas plataformas. Por ejemplo, la página en Blogger del propio congresista Yonhy Lescano podría resultar inaccesible como resultado de bloquear otros sitios con contenido pornográfico que existen alojados en la misma plataforma. Otro problema de este modelo es el inmenso poder que se le otorgaría a quien decide lo que se bloquea en línea, que sin transparencia ni debido proceso puede dar lugar a censura de todo tipo.

Ya existe una ley para proteger a los menores de contenidos pornográficos

De hecho, tenemos hasta dos leyes sobre el tema. La primera data del 2003, cuando las iniciativas de varios congresistas como Fabiola Morales y el propio Yonhy Lescano se convirtieron en la Ley 28119. Esta ley, todavía vigente y fiscalizable por las Municipalidades, obliga a las cabinas internet a contar con software especial en sus computadoras para impedir el acceso de menores de edad a páginas pornográficas. La segunda es la Ley No. 30254 del 2014 que obliga a las empresa proveedoras del servicio de Internet a ofrecer a sus usuarios la posibilidad de contratar filtros bloqueadores de contenidos especialmente para menores. Esta última, que en sus inicios planteaba filtrar todo Internet, fue finalmente transformada en una norma mesurada y positiva. Incluso, con ella se creó una Comisión de Trabajo entre operadoras, gobierno y sociedad civil que lamentablemente sigue sin ser reglamentada.

Si lo que se busca es proteger el proceso formativo de los menores de edad, tenemos varias herramientas legales para lograrlo. Mejor haría el congresista Lescano en impulsar la reglamentación de la Ley No. 30254 y la puesta en marcha de su Comisión antes de dar nuevas leyes que anulan lo ya avanzado.

La pornografía es legal en Perú

Puede disgustarnos, puede ofendernos o puede parecernos de mal gusto. Sin embargo, así como escuchar reggaeton o usar medias con sandalias, producir y consumir contenido pornográfico es considerado legal en nuestro país y de hecho está protegido por varias leyes (como la Ley de Derechos de Autor o la propia Constitución, en tanto iniciativa privada). Obviamente, la pornografía infantil es ilegal, así como también es ilegal mostrarle o venderle pornografía a un menor. Pero si los involucrados son mayores de edad se trata de una actividad completamente legal cuando se transmite por Internet, por televisión por cable o en medios impresos de venta para adultos. De hecho, el consumo de pornografía también está protegido por las leyes bajo el derecho constitucional a la privacidad y al disfrute del tiempo libre.

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El Congreso no tiene autoridad para decidir qué hacen los ciudadanos en su tiempo libre siempre si no causen daños a terceros. Ese es un límite clarísimo de toda sociedad moderna que parece haberse perdido en algún momento del razonamiento de Lescano. La violencia de género es un problema social que requiere de una respuesta integral y estratégica. Prohibir a rajatabla el consumo legal de pornografía exclusivamente a través de Internet es voltear la cara a los múltiples problemas educativos, familiares y sociales que la producen. Además, resulta completamente inútil dada la existencia de otras formas de distribución de este tipo de contenidos o de la posibilidad de usar conexiones privadas o proxies para acceder a las páginas web bloqueadas.

Sinceramente espero que el congresista Lescano retire su proyecto de ley. Reconozco que sus fines pueden ser bien intencionados. Sin embargo, la solución que propone es totalmente impracticable y puede servir de excusa para que se lleven a cabo actos de censura a contenidos lícitos. Si este proyecto prospera, en Hiperderecho estamos preparados para combatirlo en todas las instancias posibles desde el Congreso hasta el Tribunal Constitucional.

Foto: Víctor Vásquez, Congreso de la República