La semana pasada la Municipalidad de la Punta derogó varios artículos de su Ordenanza que prohibía jugar Pokemon Go en el distrito. Mediante la reciente Ordenanza N° 3-2017-MDLP/AL, se ha eliminado toda prohibición para el uso de estos videojuegos, así como el régimen de infracciones y sanciones para los jugadores en este distrito.

Esto significa que ya no existen más lugares delimitados para jugar a Pokemon Go, o cualquier otro juego de realidad aumentada, ni tampoco restricciones horarias. Como consecuencia, también han sido eliminadas las infracciones y sanciones para los jugadores, que podían llegar hasta el decomiso de teléfonos celulares. Por supuesto, esto no quiere decir que una persona no pueda ser multada por cometer otras faltas contra el orden público, pero estas serán sancionadas con las normas que ya existían previamente para estos casos (como siempre debió ser).

En septiembre del año pasado, realizamos una campaña informativa para alertar a los peruanos sobre los peligros de regular las innovaciones tecnológicas de forma arbitraria. Han sido siete meses de trabajo constante en el que hemos intentado recoger la opinión de los usuarios y utilizar las vías que nos brinda el sistema legal para oponernos a una norma que consideramos discriminatoria e inconstitucional.

Desde su publicación en setiembre del año pasado, hicimos un llamado público a través de la plataforma Change.org, que recibió cientos de adhesiones. Posteriormente, enviamos una carta a la Defensoría del Pueblo exponiendo nuestros argumentos contra la Ordenanza. A inicios de este año la Defensoría emitió un informe que consideraba a la Ordenanza como una medida ilegal para limitar el disfrute del tiempo libre y el espacio público. Una copia de ese mismo informe fue enviado a la Municipalidad de La Punta. En consecuencia, el Concejo Municipal decidió dar marcha atrás en la medida.

Nada de esto hubiese sido posible sin la colaboración de todos. Desde el inicio, hemos recibido el apoyo no solo de los usuarios del juego sino de toda una comunidad consciente del peligro de tener normas creadas a partir de coyunturas. Pero quizás lo más sorprendente ha sido la respuesta del sistema frente a nuestro reclamo. No solo se trata de la Defensoría del Pueblo, cuya función es precisamente actuar ante estas situaciones, sino también de la receptiva que ha sido la Municipalidad de La Punta al recoger nuestras recomendaciones para modificar la Ordenanza.

¿Cuántas veces es posible hacerse escuchar sin tener que tomar una carretera o llenar una plaza? Como siempre dijimos, esto va más allá de un simple juego. Los ciudadanos nos hemos manifestado contra lo que consideramos injusto y esta vez hemos vencido. El sistema ha funcionado esta vez. Nos gusta pensar que podemos lograrlo siempre.

Foto: Composición sobre una fotografía de Tirando Lente (CC BY-NC)