¿El escenario es desesperanzador?
En Perú solo contamos con la posibilidad de acceder al aborto por causas terapéuticas; sin embargo, en la práctica el personal de salud y los operadores de justicia no aplican este derecho con el que las persona con capacidad de gestar podríamos contar. Además, la información sobre cómo acceder a esta opción no se difunde de manera efectiva por parte del Estado, limitándose a publicar las leyes en los sitios web de los organismos pertinentes, sin considerar las brechas digitales que existen en el acceso a Internet. Incluso, para quienes si contamos con acceso a Internet, estos portales no son amigables con la experiencia de læs posibles usuariæs. Principalmente, cuando se trata de niñas y adolescentes que quedan embarazadas a causa de violaciones sexuales. Esto demuestra el total desprecio de parte de las autoridades hacia la vida de las infancias y adolescencias, pues en los últimos meses, se han hecho conocidos diversos casos de embarazos infantiles en regiones como Ucayali, Huaraz, Cusco, Tingo María, en Loreto, donde la ONU condeno al Estado peruano por vulnerar el derecho de la niña de 11 años al negarle el aborto terapéutico y en Junín, esta última niña de 13 años falleció a causa de complicaciones en el transcurso del embarazo que la obligaron a atravesar.
Muchos de estos casos han sido abordados y visibilizados por las organizaciones y colectivos de las regiones mencionadas, medios alternativos y redes sociales. Recién, a partir de esta visibilización digital, es que los medios tradicionales y masivos como la radio, y televisión han cubierto dichas noticias. La situación de las niñas y adolescentes es de absoluta vulneración frente a violencia sexual. Se vive en un estado constante de alerta, indignación y lucha para el cuidado de su integridad, y peor aún, para que no se vulneren sus derechos una vez que han sido violentadas, inclusive por parte de los mismos funcionarios que deben de protegerlas.
Organizadæs somos más fuertes
Diversas colectivas y organizaciones feministas que abordan el tema, se han manifestado y realizado acciones con consignas como; ¡El embarazo infantil es tortura!, ¡Niñas no madres! O ¡El aborto terapéutico salva vida! Del mismo modo, especialistas han realizado declaraciones y manifiestos dirigidos a los organismos públicos pertinentes, así como a la ciudadanía. Este tipo de acciones offline y online, han generado presión en los organismos correspondientes, así como el trabajo legal de abogadas feministas que acompañan a las niñas y sus familiares en el duro proceso que resulta acceder al aborto terapuetico. Incluso, estas medidas han sido en defensa frente a grupos religiosos que han llevado a cabo actos de hostilidad contra las niñas y sus familias (en el caso de una niña embarazada a causa de abuso sexual en Cajamarca).
La educación sexual integral (ESI) ha sido uno de los puntos en la agenda alrededor del tema, pues se ha demostrado que la formación y acceso a la información sobre los derechos sexuales y reproductivos, reduce el embarazo adolescente y la probabilidad de prevenir o alertar a las infancias frente a escenarios de violencia sexual. En el Perú, esto lo ha validado organizaciones como Care y Promsex a través del trabajo que realizan con infancias y adolescencias en diferentes regiones del país.
Desde Hiperderecho apoyamos y difundimos el trabajo que realizan dichas colectivas y organizaciones, así como reconocemos el rol de las tecnologías de la información y comunicaciones (TICs) en todas estas acciones. Desde las coordinaciones seguras, visibilización, accesibilidad y acompañamiento a través de las TICs.
El aborto como “debate”
Así como las TICs son una herramienta que aporta a esta causa, muchas veces de manera fundamental para que podamos informarnos y decidir sobre nuestras corporalidades, estos canales de comunicación e información, no cuentan con la seguridad adecuada, sobre todo en países y regiones donde el acecho y criminalización a las personas que abordamos el tema, es constante.
Los canales de mensajería juegan un papel determinante para informarnos sobre las posibilidades existentes si necesitamos y pensamos practicarnos un aborto. En el 2020, Hiperderecho en colaboración con la Colectiva por la Libre Información para las Mujeres (CLIM), elaboraron la Guía de Autocuidado y sororidad para decidir en línea. Las recomendaciones presentes en esta guía resaltan la necesidad de contar con contraseñas seguras, canales con cifrado de extremo a extremo, entre otras. Del mismo modo, uno de los grandes proyectos de CLIM, es el podcast Las Públicas, que brinda información integral sobre la situación legal, social, médica y de cuidados que deberíamos conocer las personas con capacidad de gestar.
Asimismo, este tipo de recomendaciones tecnológicas, legales y de cuidados, son a las que recurren las compañeræs de las redes de acompañamiento. Estas redes están conformadas por personas que brindan acompañamiento solidario a las personas que han tomado la decisión de abortar. Este trabajo voluntario ha podido salvar y cambiar vidas, pues las narrativas que nos culpabilizan y juzgan por siquiera pensar en la posibilidad de abortar, están aún muy arraigadas en distintos niveles y generaciones. Además existe mucha desinformación al respecto, sea en Internet o en los mismos locales de salud pública del país. Algunas de estas redes son las compañeras de la Red de Acompañantes Compromiso y Serena Morena. También resaltamos el trabajo de las acompañantes legales de Justicia Verde y el mismo Promsex.
En canales como las redes sociales, las plataformas de entretenimiento y diversos foros, el tema del aborto continúa siendo objeto de debate debido a la presencia de grupos que se oponen a él. Estos grupos fundamentan sus argumentos en discursos religiosos y mantienen sesgos de carácter conservador y misógino. Muchas de estas “opiniones” y debates los lideran personas con un gran alcance mediático en el país, así como funcionarios y autoridades locales y regionales. Uno de ellos es el actual Alcalde de Lima, Rafael López Aliaga.
Es muy peligroso la forma en la que se proliferan estas narrativas que no sólo criminalizan a las personas que decidieron abortar, sino también, qué romanización el embarazo infantil y la imposición de la maternidad. En ese sentido, no se tiene una regulación específica en las principales plataformas, pues son consideradas opiniones y están protegidas por la libertad de expresión. Desde los espacios feministas, consideramos que muchos de estos comentarios y publicaciones, son discursos de odio y antiderechos. Además, en muchos de estos espacios, podemos identificar que las personas antiderechos, más que una supuesta “preocupación” por el feto, lo que trasmiten es un auténtico desprecio por las personas con capacidad de gestar, así como una absoluta molestia por la posibilidad de que las mujeres (principalmente) podamos decidir sobre nuestros cuerpos.
Las tecnologías no deberían de representar un riesgo
Es importante que reconozcamos que las tecnologías emergentes, pocas veces se desarrollan desde un enfoque de derechos humanos y mucho menos desde una perspectiva feminista. Es así, que cuando tecnologías como la inteligencia artificial son utilizadas desde ciertos sectores como tecnosolucionismos para agendas contra el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, los resultados son alarmantes.
Uno de estos ejemplos es el que la organización brasileña CodingRights, junto a las investigadoras Thiane, Paz Peña y Nanda Monteiro comparten en su informe y fanzine Why is a A.I. a feminist issue? (¿Por qué la inteligencia artificial es una cuestión feminista? Dentro del fanzine, se comparte el caso sobre las acciones y declaraciones del político y gobernador de Salta en Argentina, el conservador Juan Manuel Urtubey, que implementó un proyecto para predecir el embarazo adolescente a partir de un software en colaboración con Microsoft. A partir de información demográfica, este software, “predijo” que el 86% de las niñas en Salta están más “predestinadas” a tener un embarazo adolescente. Esta información podría ser útil para posibles campañas de ESI; sin embargo, considerando la postura antiderechos del funcionario, es probable que la data sea utilizada para la persecución de cada una de esas niñas y adolescentes con la finalidad de ser obligadas a gestar.
Los avances y hallazgos que generamos a través de la tecnología, deben ser tratados con responsabilidad o usados como herramientas que aporten a la libertad, la democratización de la información y calidad de vida en comunidad. Por eso, es crucial conocer y cuestionar en manos de quien está la información, cómo, dónde y para qué se almacena o administra.
Seamos parte de las acciones
Desde Hiperderecho, hacemos un llamado a que no bajemos los brazos, ni los feminismos ni los activistas por los derechos humanos. A propósito de la publicación de la Política Nacional de Gobierno y Transformación Digital hasta el 2030, es importante que como activistas y feministas, nos involucremos y seamos parte del desarrollo de las tecnologías, además de los espacios de toma de decisiones sobre la gobernanza en Internet.
Por último, nos sumamos al llamado de las organizaciones, colectivas y familias que demandan la difusión y aplicación correcta del derecho al aborto tearpeutico, así como a la cosigna por la que seguimos trabajando: ¡Aborto legal, seguro y gratuito! Educación sexual integral ¡Ya!
Coordinadora de Activismo