Internet se ha convertido en una herramienta crucial para el almacenamiento de imágenes, textos, piezas audiovisuales, informaciones y fuentes periodísticas que permiten mantener presente hechos de gran relevancia que afectan el interés público. Esto cobra especial importancia en situaciones de graves violaciones a los derechos humanos, casos de corrupción sistemática y acaparamiento del poder, donde Internet se presenta como un mecanismo de preservación de la memoria histórica y un facilitador del acceso a información crítica para la sociedad.

En el contexto actual, la defensa de Internet como un espacio para la preservación de la memoria resulta de una trascendencia indiscutible. La responsabilidad de exponer a los autores de crímenes y delitos relacionados con la corrupción o graves violaciones de derechos humanos, como genocidio, debe mantenerse presente y accesible en Internet, de modo que las sociedades actuales y futuras puedan tener acceso a esta información. Si bien se pueden difundir distintas narrativas de una misma historia, Internet nos permite revisar las evidencias que narran hechos fácticos y por eso es importante defender este espacio.

En este sentido, el mal uso del denominado «derecho al olvido» puede constituir una amenaza directa a la preservación de la memoria histórica y al derecho a la verdad de las víctimas de tales violaciones. La aplicación indebida de la legislación de protección de datos personales podría permitir la remoción de contenido que mantiene viva la memoria histórica, tanto pasada como reciente, de nuestro país.

La protección de los derechos individuales, como la privacidad, debe equilibrarse cuidadosamente con el derecho colectivo a la verdad y a la memoria. Los mecanismos legales y las políticas públicas deben garantizar que este equilibrio sea respetado, asegurando que el acceso a información de interés público, especialmente aquella relacionada con violaciones de derechos humanos y corrupción, no sea comprometido.

Solo mediante la participación activa de la sociedad, desde los activismos y ciudadanía en general y el monitoreo constante de la aplicación de estas normativas se podrá evitar que se impongan barreras a la preservación de la memoria histórica y al derecho a la verdad. Desde Hiperderecho, nos mantendremos atentos y vigilantes para asegurar que el contenido y la información que preserva esta memoria histórica permanezcan accesibles y no sean eliminados bajo un ejercicio abusivo de otros derechos.

En este contexto, el uso de herramientas como Internet Archive, Perma.cc o GitHub resulta altamente recomendable para garantizar la preservación de la memoria en la era digital. Estas plataformas permiten almacenar y acceder de manera permanente a información crucial de relevancia pública. Utilizarlas puede asegurar que esta información permanezca accesible para las generaciones futuras ya que la protege contra intentos de eliminar o manipular contenidos que son clave para el derecho a la verdad y la justicia.
Invitamos a utilizar Internet y otras tecnologías para revisar, recordar y reconocer las violaciones de derechos humanos que han marcado nuestra historia como país, con el fin de evitar que se repitan.

#NoEsOdioEsMemoria