Por: Kimberly Carlson, Electronic Frontier Foundation
Este post forma parte de la serie «Ojos que no parpadean: El Estado de la Vigilancia de las comunicaciones en América Latina«, un proyecto elaborado en colaboración con organizaciones de Derechos Digitales en América Latina, que documenta y analiza las leyes y prácticas de vigilancia en doce países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, el Salvador, Guatemala, Honduras, Perú, México, Nicaragua, Paraguay y Uruguay. Además de los informes de cada país, la EFF produjo un análisis jurídico comparativo de las leyes de vigilancia en esos doce países, así como un análisis jurídico a nivel regional de los 13 Principios “Necesario y Proporcional” escrito junto con Derechos Digitales, y un mapa interactivo que resume nuestros hallazgos.
En Perú, un mecanismo de control débil de la vigilancia hizo caer a un primer ministro. En 2015 la revista peruana, Correo Semanal, alegó que la Dirección de Inteligencia Nacional del Perú (DINI) había espiado ilegalmente a periodistas, empresarios, legisladores, políticos y miembros de las fuerzas armadas y sus familias. La DINI accedió supuestamente a información almacenada en el registro nacional de las propiedades del Perú, y almacenó esta información en expediente de cientos de personas.