Intimidación y uso de la fuerza en protestas ciudadanas
Desde el lunes 9 de noviembre, la ciudadanía peruana ejerció su derecho a la protesta contra la ilegítima vacancia presidencial llevada a cabo por el Congreso de la República contra el Presidente Vizcarra. La toma de poder por el congresista Manuel Merino fue inconstitucional y significó un atentado contra el equilibro de poderes del Estado.
Algo a resaltar es que internet jugó y continúa jugando un papel fundamental en estas movilizaciones ciudadanas. Es la principal herramienta para difundir convocatorias, articular entre colectivas ciudadanas y dar información preventiva relacionada a la salud o la seguridad digital. Además, el uso de redes sociales ha sido clave para difundir videos o fotografías de los abusos policiales. (Esto contrasta con la labor de los medios tradicionales que invisibilizaron o criminalizaron la protesta y brindaron información falsa, sesgada e incompleta.) Más adelante, los registros audiovisuales de activistas se volvieron claves para brindar evidencia cuando los casos de asesinatos y desapariciones forzadas fueron ingresados al sistema de justicia. Sin embargo, al utilizar perfiles visibles y públicos para circular su documentación de la protesta, dirigentes estudiantiles y artistas han quedado en una situación de vulnerabilidad ante las fuerzas del orden que buscan identificarles.
¿En qué consiste el proyecto?
A partir del contexto previamente descrito, han llegado a Hiperderecho una serie de consultas sobre cuáles son los límites del accionar policial en espacios digitales. Los testimonios que están llegando indican que las fuerzas del orden pueden estar utilizando internet y redes sociales para identificar dirigentes estudiantiles que acudieron a las manifestaciones y acercarse a ellxs por diversos medios.
Vale la pena mencionar que no existe información en el país sobre en qué consiste la vigilancia policial ni sus consecuencias. Esto lleva a desinformación y pánico entre activistas porque temen ser vigilados. Es urgente recabar esta información y capacitar a la ciudadanía sobre cómo protegerse de vigilancia y represión policial también en espacios digitales.
Es en respuesta de esta necesidad que surge la pregunta ¿Quién vigila a los vigilantes? ¿Cómo podemos velar porque las fuerzas del orden no cometan abuso en contexto de protesta – sean estas presenciales o digitales? La ciudadanía y activistas tienen derecho a difundir en línea los abusos de las fuerzas del orden, y deben poder hacerlo de manera segura y sin miedo a represalias. Este proyecto nace con la intención de ser una campaña de sensibilización para proteger el derecho a la protesta y denunciar la persecución policial en espacios digitales durante los próximos meses.
Las redes sociales y plataformas digitales están tomando por primera vez un rol protagónico en las campañas electorales generales luego del referéndum de 2018. Si bien los resultados de este referéndum tenían como meta regular el financiamiento de los partidos políticos en medios tradicionales para evitar aportes ilícitos, el uso de redes sociales para la propaganda electoral hace que sea mucho más fácil para los partidos recopilar datos de votantes a nivel nacional. Como ya se ha visto en procesos democráticos a nivel mundial, el uso descuidado de nuestros datos puede llevar a publicidad micro-segmentada, engañosa o manipuladora, que finalmente impactará en nuestra decisión frente a las urnas. Leer más
Debido a la cuarentena nuestra manera de relacionarnos sexo afectivamente con otras personas ha cambiado, y algunas de estas interacciones se han trasladado al espacio digital. Por lo que nos parece importante que aprendamos a cuidarnos en el espacio digital. Este viernes 26 de febrero de 6 a 7:30 pm presentaremos las recientes actualizaciones de Tecnoresistencias, nuestro centro abierto de seguridad digital. También nos acompañará nuestra compañera ciberfeminista Candy Rodriguez desde México para el lanzamiento de la Guía de autoformación: ¿Cómo podemos realizar nuestro taller ciberfeminista? y ella dictará el taller sobre sexualidad en internet: Mis nudes, mis datos, mi cuerpo. Leer más
En este post compartiré las reflexiones del tercer taller del proyecto Después de la Ley. Agradecemos la participación y colaboración de todas las personas que asistieron al taller y compartieron sus experiencias.
Después de la Ley (DL) es un proyecto de investigación en desarrollo, que busca justicia de género para mujeres y personas LGBTQ+ que han pasado por casos de Violencia de Género en Línea (VGL). Reconocemos y agradecemos a las cinco (5) personas participantes del proyecto, quienes vienen compartiendo con nosotras/os sus casos, necesidades y expectativas. Este trabajo es gracias a su lucha.
Iniciamos este año realizando una serie de talleres para compartir nuestro metodología de investigación feminista, las herramientas que venimos creando y los hallazgos preliminares. Con el objetivo de escuchar las opiniones de otras personas expertas en el tema y de animarlas a usar nuestros recursos para ir mejorandolos con el tiempo:
En el segundo taller presentamos la metodología jurídica feminista. Bajo la cual proponemos situar a las mujeres y personas LGTBIQ+ como centro de las políticas públicas para atender y sancionar la VGL.
En la última sesión de esta primera serie de talleres, y sobre lo que conversaré en este post, compartimos nuestra guía de Autocuidado para investigadores que brindan acompañamiento en casos de VGLy reflexionamos sobre qué significa acompañar el proceso de una persona que enfrenta VGL. Finalizamos este taller realizando un documento colaborativo con tips de autocuidado basados en la experiencia de cada una de las participantes, el cual será compartido en nuestras redes sociales.
Iniciando el camino de autocuidado en DL
DL es nuestro proyecto en curso que busca entender las necesidades y rutas que una persona atraviesa cuando denuncia un caso de VGL, según el Decreto Legislativo 1410. Sin embargo, en Hiperderecho tuvimos nuestro primer acercamiento a la problemática hace cuatro (4) años, con nuestro proyecto Tecnoresistencias, bajo el cual investigamos cómo era la dinámica de violencia en línea. Tras entrevistas, talleres, conversaciones entre quienes realizamos la investigación y activistas, nos dimos cuenta de la importancia de preguntarnos cómo nos sentíamos en relación al trabajo que realizamos.
Así, fuimos siendo más conscientes de la relación emocional, mental y corporal que tiene en nosotras el acercarnos a este tipo de violencia. Por ello, al armar la propuesta de DL para los financistas, incorporamos tiempos y presupuestos destinados exclusivamente al apoyo de cuidado que podríamos requerir como equipo investigador y para quienes participan del proyecto.
Cuando empezamos a ejecutar el proyecto DL, identificamos que los casos de VGL demandaban una mayor carga emocional de lo anticipado. Lo cual, afectaba a cada persona de manera única, y ello también implicaba que cada una inicié un camino de reconocimiento y cuidado según sus propias historias y deseos. Paralelamente, trabajar con la metodología feminista de manera transversal, nos hacía cuestionarnos qué entendíamos por productividad y cuán accesible a las modificaciones de cronograma nos encontrábamos, relacionándolo a cómo esto afectaba nuestra salud emocional a nivel personal y de equipo.
Aplicando el autocuidado
Al pasar los meses de iniciar el proyecto y tener contacto con las personas que nos contaban sus casos de VGL, nos dimos cuenta que necesitábamos ayuda adicional para poder seguir navegando la problemática, sin que esto nos genere traumas o reactive heridas emocionales. Por ello, llevamos 6 sesiones grupales guiadas por 2 psicólogas. El objetivo de este espacio fue reflexionar sobre las concepciones y afectos que se ponen en juego al acompañar a personas afectadas por experiencias de violencia y compartir los retos que supone el distanciamiento social que vivimos.
Somos conscientes que no existe una sola manera de autocuidarnos y que no siempre es fácil; sin embargo hemos identificado que efectivamente las consecuencias emocionales para quienes acompañan e investigan VGL son grandes y varían. Por ello, es que vimos importante poder armar y difundir nuestra guía de Autocuidado para investigadores que brindan acompañamiento en casos de VGL, basada en nuestra experiencia grupal de llevar las sesiones psicológicas y dar seguimiento a los casos de VGL.
A nivel personal, el cómo aplicar el autocuidado se va descubriendo y es un camino que también requiere paciencia, pues cuidarnos es un acto revolucionario en un sistema machista y capitalista que intenta exigirnos constantemente producir, sin pensar en nuestras emociones y necesidades. Autocuidado puede ser, darnos un tiempo para mirar el mar y sentirnos cerca de la naturaleza, bailar un reggaeton para soltar el cuerpo, dormir para descansar, tomarnos una tarde libre, prepararnos un postre que nos anime, conversar sobre cómo nos sentimos, darnos una ducha larga y un sinfín de opciones más, donde lo importante es tomarnos el tiempo para darnos cariño. Recordemos que no es excluyente cuidarnos y realizar un buen trabajo.
¿Qué es dar acompañamiento?
Durante el taller reflexionamos mucho sobre cómo definir acompañar. ¿Es brindar información, contestar las llamadas o mensajes 24/7, consolar a una persona, acompañarla a poner una denuncia? ¿Debo hacer todo esto para decir que sí doy acompañamiento? ¿Qué pasa si me siento muy cargada y quiero descansar, sería egoista, dejaría de ser feminista / activista?
Considero que estas dudas son muy válidas y que los espacios feministas me han ayudado mucho a sentirme tranquila con las diversas respuestas que he tenido en diferentes momentos de mi vida. Así, en el taller conversamos que dar acompañamiento es dar un poco de nosotras a la persona que en ese momento lo necesita. Brindarle información de manera respetuosa y amable o ir con ella en cada paso de una denuncia, son acciones que aportan directamente al cuidado de la otra persona. Con lo cual, ninguna acción es más o menos importante que otra.
Es fundamental que al acompañar, cual sea la acción en concreto, también nos demos el tiempo necesario para cuidarnos. Seguir en este proceso de manera constante no es fácil y sí es agotador. Recuerda que estás haciendo tu mejor esfuerzo. Cada informe, correo, llamada o mensaje aporta al bienestar de alguien que puede estar enfrentando VGL. Respira y recuerda que tú no estás solx, tienes una red de acompañantes que también son tu soporte.
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En el actual proceso electoral, los 17 partidos políticos que suscribieron el Pacto Ético Electoral (PEE) propuesto por el Jurado Nacional de Elecciones se comprometieron, entre otros lineamientos, a evitar la publicación de noticias falsas o engañosas por medio de las redes sociales y plataformas web y evadir el uso de bots, trolls o cuentas falsas para difundir propaganda. Si bien este pacto no tiene respaldo normativo legal, es en la actualidad el único compromiso que alude a los riesgos de la inteligencia artificial y desinformación en línea a la hora de hacer campaña.
Facebook e Instagram
En el Perú, el 94% de internautas están afiliados a Facebook. Esta plataforma cuenta con Ad Library, un portal que busca “transparentar” el presupuesto, audiencia y geolocalización de cada anuncio político que se publica en sus redes. Para esto, el mismo usuario que hace la publicación debe etiquetar la publicación como de carácter político o social. Estos anuncios son luego revisados por Facebook para decidir si cumplen o no su política de privacidad y normas comunitarias.
Desde el 2018 existe una creciente desconfianza sobre el rol “imparcial” que Facebook aparenta establecer cuando se trata de opiniones políticas. Facebook permitía a empresas extraer datos muy detallados sobre potenciales votantes para luego venderlos a partidos políticos interesados. El caso estalló particularmente en los Estados Unidos y el Reino Unido luego que se descubriera la granularidad de datos que ciertos anunciantes de campaña podían extraer de Facebook y usar para lanzar campañas personalizadas, enfocadas muchas veces en apelar a la vulnerabilidad de cada sector (ej. crimen, desempleo, opiniones sobre inmigración, acceso a servicios de salud, entre otros). Incluso se reveló que en Estados Unidos, se realizaron campañas digitales para desincentivar a que grupos minoritarios fueran a votar.
Facebook reconoció públicamente estos errores y ha intentado expandir el contenido sobre sus políticas de transparencia y Normas Comunitarias. No obstante, estas políticas están fuertemente centralizadas en algunos países y menos en otros, incluyendo al Perú. Por ejemplo, las reglas para publicar anuncios de naturaleza política en Facebook se extienden a 194 países a nivel mundial pero Facebook admite que solo verifica de forma proactiva el contenido en el 49% de países. Según el servicio de ayuda para empresas de Facebook, los niveles de exigencia para publicar anuncios políticos o de índole social se regulan según en cuál de tres grupo se encuentra el país, pero no explica el criterio utilizado para segmentarlos:
El primer grupo, donde se incluyen 44 países, en su mayoría Europeos y Norteamericanos, exige que cualquier publicidad de naturaleza social, política o electoral venga de cuentas que han confirmado por medio de su plataforma su identidad, locación y verificación de que los pagos a la publicidad se hagan en la moneda nacional.
El segundo grupo exige lo mismo, pero sólo para anuncios sobre política y elecciones. Entre este grupo de 37 países se encuentra Argentina, México, Bolivia, Ecuador, Chile y Colombia.
Finalmente, el tercer grupo, donde se encuentra el Perú entre otras 99 naciones, el seguimiento de estos pasos es netamente “voluntario”, no supervisado, pero las políticas de la red social simplemente recomiendan “encarecidamente” que se sigan los mismos procesos que los grupos anteriores.
¿Este mecanismo de transparencia nos sirve para fiscalizar la publicidad electoral en el Perú? Hasta el momento hemos encontrado una serie de barreras que nos sugieren que no es suficiente. En primer lugar, el hecho de que el tercer grupo no esté sujeto a las normas con la misma exigencia que los primeros dos, nos indica que Facebook tendrá menos poder para exigir – y por lo tanto, implementará menos esfuerzos para monitorear – el uso adecuado de su plataforma parte de partidos políticos peruanos. Por ejemplo, a la fecha, la auditoría mediante Facebook Ads demuestra que la gran mayoría de anuncios de candidatos a la presidencia y al congreso no escogen revelar su inversión. Solo un puñado de anuncios electorales peruanos han decidido publicar voluntariamente su inversión en Facebook Ad Library.
En segundo lugar, el proceso de monitoreo de cumplimiento como tal no es suficientemente fuerte. Para comprobar que el anuncio político cumpla con los requisitos primero, pasan por un filtro de Inteligencia Artificial que da el primer sello de aprobación. Luego, este filtro inteligente está siendo retroalimentado constantemente por “equipos especializados”, es decir, seres humanos subcontratados por Facebook que verifican uno a uno si es que el contenido es propicio o no. Este filtro humano presenta una serie de complicaciones, por lo que esta revisión no siempre será precisa. Si es que algún anuncio político relevante a nuestras elecciones pasa a ser moderado por Facebook, probablemente estará a cargo de un equipo humano no especializado en coyuntura política de nuestro país y que además es particularmente vulnerable. en Estados Unidos, Filipinas e Irlanda, se ha denunciado que las empresas tercerizadas por Facebook no ofrecen apoyo psicológico adecuado para los trabajadores que limpian nuestras redes y están expuestos a contenido de naturaleza política y social muy violento y explícito. Muchos ex “limpiadores” de anuncios y publicaciones presentan síntomas de estrés post traumático.
En Perú estamos por descubrir cómo y si es que los candidatos utilizarán bases de datos para modelar sus anuncios de campaña. Igualmente, podemos encontrar llamados a la acción por parte de candidatos como César Acuña, que ha desarrollado un Chatbot por Facebook Messenger para esparcir información sobre su campaña, obtener una base de datos de simpatizantes y buscar afiliaciones a su partido. Es necesario recordar que Facebook Messenger está regulado por las mismas políticas de privacidad que Facebook y los países. Regular chatbots que adoptan la palabra de los candidatos bajo nuestro actual reglamento electoral puede ser difícil: ¿califican como publicidad o como un evento proselitista? En caso se haga mal uso de los datos recopilados, ¿quién es el responsable? ¿el partido, el candidato o los desarrolladores del chatbot? ¿Qué tanta ventaja le da a un partido tener este tipo de tecnologías para reclutar militantes a diferencia de los que aún lo hacen de forma analógica?
Consideramos que la disparidad de medidas tomadas por Facebook para supervisar campañas electorales a nivel mundial deja expuestos a países como el Perú a que se haga publicidad de forma poco transparente. Recientemente Hiperderecho se unió a Privacy International y 60 organizaciones a nivel internacional para solicitar que las regulaciones de transparencia de anuncios políticos en Facebook sean las mismas en todos los países.
WhatsApp previene que los partidos políticos envíen anuncios a audiencias tan masivas como las demás redes sociales. Las medidas tomadas por la plataforma limitan el número de reenvíos a cinco chats al mismo tiempo y estas publicaciones aparecen con la etiqueta de “Reenviado muchas veces”. Sin embargo, si es que algún tipo de propaganda se filtra y se difunde por este medio, es casi imposible detectar su origen. En las elecciones presidenciales de Brasil del 2018, se esparcieron mensajes, fotos, videos y memes (en su mayoría engañosos) que favorecieron la candidatura del luego presidente Jair Bolsonaro. Estudios han intentado desglosar la forma cómo estos mensajes fueron dirigidos a distintos sectores de la sociedad y cómo la estructura de grupos homogéneos y cerrados de WhatsApp desincentiva que se realicen verificaciones de datos.
En Perú, usuarios de Twitter han manifestado que han recibido WhatsApps por parte de distintos números telefónicos con prefijo perteneciente a India (+91) atribuídos al candidato Hernando de Soto. En este caso es imprescindible establecer cómo es que el partido Avanza País tiene acceso a los números telefónicos de los votantes. Si es que un partido puede haber adquirido una base de datos personales de ciudadanos votantes o contar con un equipo contratado (nacional o extranjero) para enviar este tipo de publicaciones por redes sociales, sería ideal que se transparente el proceso.
No está de más recordar que en las últimas semanas WhatsApp anunció cambios en sus políticas de privacidad, sembrando escepticismo en los usuarios que conocen su vínculo con el modelo de negocio de publicidad intrusiva de Facebook y promoviendo la migración a otras plataformas de mensajería instantánea como Signal o Telegram. Lamentablemente para muchos peruanos, cambiar de aplicativo no es tan fácil. Por más simple que parezca para unos, existe una serie de brechas que impiden que algunos usuarios puedan elegir cómo navegan por internet y se comunican desde sus teléfonos inteligentes.
Por un lado tenemos personas que solo saben utilizar estos aplicativos ya que recibió instrucción por parte de amigos o familiares: pensemos en usuarios mayores que saben ingresar y usar a las plataformas para comunicarse con sus seres queridos pero no tienen la capacidad de borrar, desinstalar o acceder a la tienda de aplicativos. Por otro lado tenemos el incentivo económico: la mayoría de empresas de telecomunicaciones ofrecen planes de datos con Facebook y WhatsApp “ilimitado”, es decir, el uso de estas plataformas no cuesta megas ni datos. Esto nos invita incluso a evaluar las trabas monetarias que existen para acceder a servicios web como buscadores, noticias, entre otros. Las personas que no pueden acceder a más de lo que saben usar (o pueden pagar) son particularmente vulnerables a las redes de desinformación.
Google y YouTube
Finalmente, Google no es una red social per se pero maneja una inmensa cantidad de anuncios políticos que se muestran en su buscador, en YouTube y páginas de terceros. Estos anuncios están también sujetos a condiciones y restricciones además de las normas legales de cada país. Como indica Google en su página de Políticas de Google Ads: “Queremos que todos los anuncios y destinos de carácter político cumplan las leyes electorales locales de la zona a la que se orientan. Esta política incluye la jornada de reflexión obligatoria antes de unas elecciones.”
En un intento de mantener esta imparcialidad, la empresa cuenta con un Informe de Transparencia, un portal que ofrece estadísticas detalladas de cómo se compra y difunde la publicidad política en los Estados Unidos, Israel, Australia, Nueva Zelanda, India, Taiwán, Reino Unido y la Unión Europea. Estos reportes documentan de forma accesible los gastos totales en publicidad política de cada partido y los principales “targets” según edad, género, región, estado, etc. Igualmente, cuenta con una biblioteca más minuciosa que la Ad Library de Facebook, donde se puede ver incluso las diferentes versiones que existen del mismo anuncio, según su segmento demográfico asignado. El portal además permite descargar los datos abiertamente y a detalle en formato .csv.
Foto: Reporte de Transparencia de Estados Unidos (extraído el 16 de enero del 2021)
Periodismo frente a la brecha digital de género en una guía metodológica que se desprende de la experiencia de elaborar contenido para conducir talleres con periodistas y comunicadores sociales en materia de las brechas digitales de género vigentes en nuestro país. Nuestro interés en invitarles a participar de esta capacitación parte de la labor que tienen estos profesionales en nuestra sociedad, al ser ellas y ellos quienes cumplen el rol de informar a la ciudadanía sobre temas de actualidad y generar diálogo sobre aquellos. En esa línea, consideramos que son ellas y ellos actores clave que pueden incidir directamente en la visibilización y discusión de temas no muy explorados y colocarlos en el debate público. Esto es de gran importancia cuando se quiere dar luz sobre contextos de desigualdad sobre los que ha habido silencios, indiferencia y desconocimiento generalizado, como es el caso de la brecha digital de género en nuestro país.
Cuando uno se aproxima inicialmente a la noción de “brecha digital de género”, podría pensar que simplemente se trata sobre cómo las personas, según su género, acceden diferenciada y desigualmente a Internet en tanto conectividad. Y sí- la conectividad de los usuarios según su género es uno de los temas que implica. No obstante, los problemas, retos y discusión no se quedan ahí: la brecha digital de género impacta en una variedad de dimensiones de nuestra vida online: cómo nos desarrollamos, relacionamos, crecemos e informamos en internet. Esto, a su vez, guarda una estrecha relación con grandes problemas estructurales que encontramos en nuestra sociedad respecto de la desigualdad y falta de representación vividas por comunidades históricamente discriminadas, como son las mujeres y población LGTBIQ+. Por ese motivo, enmarcado en el compromiso de Hiperderecho y The Web Foundation en generar incidencia y acción sobre las problemáticas identificadas, decidimos desarrollar y proponer este espacio de capacitación e iniciamos con la elaboración de metodologías que atendieran las necesidades del público, pensando en las diferencias de estos profesionales a lo largo del país en relación su uso de internet.
El insumo principal de esta serie de talleres fue la investigación ¿Estamos conectadas? Brecha de género digital en Perú, realizada por Hiperderecho el 2019 y la cual emplea la metodología de The Web Foundation. A partir de esta, obtuvimos una serie de puntajes que muestran cómo se trasladan desigualdades al entorno online y, del mismo modo, cómo estas se mantienen vigentes y significan menores posibilidades de inclusión, desarrollo y oportunidades en Internet para mujeres y población LGTBIQ+. Durante el programa de capacitación, decidimos atender aquellos nodos críticos sobre los cuales se identifican mayores retos y más urgencia de acción: Contenidos y servicios pertinentes para las mujeres y Seguridad en línea. A partir de la elección de estas dos categorías analizadas en la investigación, conducimos los talleres con el objetivo planteado de cómo las y los participantes podían dar luz sobre esta problemática y llamar a la acción desde su labor periodística: no solo era necesario compartir con ellas y ellos cómo se llegaron a esos resultados y por qué significan retos en la igualdad de oportunidades de todos en el país, sino que se encaminó la conversación a ver cómo se han informado estos temas desde los medios de comunicación y qué se puede hacer al respecto.
Difundir y concientizar sobre el contexto peruano en cuanto al acceso a internet desde una perspectiva de género
En el marco de las actividades de este programa de capacitación, también se elaboraron materiales que ayudaran a la consolidación de información compartida y que incidieran en la difusión de los nodos críticos expuestos, así como los que se analizaron en la investigación. Así, contamos con una serie de videos y fichas resúmenes con las que buscamos una divulgación más accesible de los resultados encontrados en la investigación de ¿Estamos Conectadas? Brecha de género digital en Perú. Esperamos que estos materiales, conjuntamente con la guía presentada en esta oportunidad, sean herramientas útiles para seguir informando sobre cómo impacta esta brecha en la vida de las personas. Asimismo, esperamos que sea un llamado a la acción sobre esta situación de desigualdad e injusticia que siguen experimentando muchas personas en nuestro país.
Agradecemos la colaboración de nuestros aliados en este programa de capacitación: Asociación Nacional de Periodistas del Perú – ANP, Asociación de Comunicadores Sociales Calandria, así como las y los periodistas participantes de los talleres convocados para Lima, San Martín y Tumbes. A cada unx de ellas y ellos, les agradecemos profundamente por permitirnos conocer más sobre sus experiencias de cobertura, investigación y compromiso con la lucha en contra de la desigualdad de género, así como imaginar conjuntamente una Internet libre, segura y al alcance de todxs.
Cibercuidado para Activistas es un programa gratuito de capacitación en seguridad digital con enfoque holístico y de género dirigido a personas activistas feministas, LGTBIQ+ y activistas que se han visto vulneradxs durante la crisis política desde sus diversas expresiones, luchas y apuestas. Con este programa buscamos fomentar la apropiación de la tecnología y el conocimiento en seguridad digital para activistas para asegurar un accionar libre y seguro en Internet.
Sobre la participación
Si te gustaría ser parte de este programa revisa los detalles en nuestra convocatoria y envíanos tu postulaciónhasta el 19 de febrero. Esta es una convocatoria nacional y tenemos vacantes limitadas! El programa será llevado a cabo en modalidad en línea y las sesiones serán conducidas entre abril y julio de este año.
Lanzamiento e inicio de la convocatoria: Lunes 01/02.
Fin de la convocatoria: Viernes 19/02 a las 11:59 pm.
Sobre los resultados
Nos pondremos en contacto con las colectivas seleccionadas el viernes 26 de febrero del 2021.
Estamos emocionadxs por leer tu postulación. Cuidándonos en internet, cuidamos nuestras luchas y a quienes queremos 💜. Y, sobre todo, nos fortalecemos para hacer que el ciberpatriarcado tenga los días contados.
DL es una propuesta que nació del compromiso de Hiperderecho con proporcionar justicia y contención a quienes enfrentan violencia de género en línea (VGL) en el Perú. Concretar este deseo fue un acto de valentía y resistencia en un contexto como el peruano, en el que no solo la VGL es invisibilizada, sino que además se enfrenta directamente con discursos de odio y fundamentalismos que buscan desterrar a las mujeres y activistas a favor del enfoque de género del ciberespacio. A continuación, ofrecemos tres reflexiones en torno a la metodología empleada en el proyecto:
La voz de quienes enfrentan VGL en el centro de la investigación en Después de la Ley y de las políticas públicas
El primer paso en Después de la Ley fue posicionar en el centro las voces, necesidades y perspectivas de mujeres cis y personas LGTBIQ que enfrentan VGL. En nuestro país se ha registrado y documentado ya la ineficacia del sistema de justicia para atender a quienes enfrentan violencia de género. Esta atención se encuentra determinada por estereotipos de género ocasionando retardos en el proceso judicial, en el otorgamiento de medidas de protección y actos procesales que incurren en revictimización. Tal ineficacia se ha traducido en un claro mensaje de impunidad para la violencia de género en el Perú. ¿Qué podemos hacer ante este escenario? En DL proponemos situar a las mujeres cisgénero y personas LGTBIQ+ como centro de las políticas públicas para atender y sancionar la VGL. En protestas, acciones, investigaciones, performances, testimonios en redes sociales la voz de estos grupos lucha por hacerse un lugar prioritario en la agenda pública. Los avances son apreciables, sin embargo, la implementación y sensibilización de los operadores del sistema de justicia parece un sueño inalcanzable. No siendo suficiente con ello, a partir de marzo del 2020 con la migración masiva de la ciudadanía al espacio virtual para estudiar y trabajar incrementó la ocurrencia de la violencia de género en línea. En este punto, es innegable que esta es una problemática que requiere urgente atención.
En este sentido, situar en el centro de las políticas para atender y sancionar VGL a quienes la enfrentan implica:
Visibilizar al ciberespacio como un escenario en el que también se comete violencia por razones de género en perjuicio de mujeres cis y personas LGTBIQ+
Visibilizar que estos grupos están compuestos por diversidades en las cuales esta violencia surtirá un efecto distinto según factores relacionados con la raza, el sexo, la clase, entre otros.
Visibilizar las necesidades de quienes enfrentan esta VGL, las cuales se encuentran ligadas de manera muy particular a las características de internet y las tecnologías. Esto significa que la estrategia para atender y sancionarla puede compartir ciertos puntos con políticas generales para la violencia de género pero que sin duda necesitará medidas diferenciadas para un abordaje adecuado y efectivo.
Asignar recursos presupuestales desde el estado para la obtención de data e investigaciones para documentar esta problemática y recoger la voz de estos grupos en situación de vulnerabilidad. Estas acciones deben realizarse desde una perspectiva de género interseccional.
A nivel de investigación, poner en el centro a las mujeres cis y personas LGTBIQ+ nos llevó a considerar sus necesidades como principio orientador para el desarrollo y difusión de la investigación. Todos los productos de Después de la Ley son consultados con las participantes de la investigación.
El reconocimiento del Derecho como institución opresora
Históricamente, la voz de las mujeres, el reconocimiento de sus necesidades, experiencias, anhelos y expectativas, no ha sido determinante ni fuente en ningún sentido para el Derecho en Occidente. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) delimitó el reconocimiento de estos derechos a los hombres. A través del tiempo, las mujeres en distintas partes del mundo colonizadas por occidente fueron por la conquista de sus derechos. Tener propiedades, poder votar, divorciarse, tener una carrera profesional entre otros, no se encontraba permitido y era criminalizado si eras mujer.
Aún ahora, seguimos luchando para ejercer nuestra libertad totalmente, dado que aún existen normas o no existen regulaciones que la limitan en función no sólo del género, sino también en base a jerarquías raciales, clasistas, entre otras. La falta de una Ley de identidad de género o la exigencia discriminatoria de denunciar el delito de difusión de imágenes íntimas sin consentimiento a través de una querella ante el Poder Judicial son muestra de que el Derecho no es neutral ni imparcial. Es un instrumento que perpetúa opresiones para mantener el status quo de los más privilegiados (hombres cisgénero blancos heterosexuales de clase alta). En el caso de la VGL, la legislación actual y su aplicación criminalizan la libertad de expresión y la libertad sexual de las mujeres.
La necesidad de un acompañamiento feminista centrado en el cuidado
La investigación ha implicado de manera necesaria el acompañamiento sociolegal de casos de VGL en Perú. ¿Cómo estamos llevando a cabo este acompañamiento? Nuevamente, la metodología centrada en quien enfrenta VGL es la respuesta. Quien enfrenta VGL enfrenta daños psicológicos ante los cuales nuestra respuesta fue priorizar su estabilidad y reparación emocional. Ante un sistema de justicia revictimizante, ineficaz y de acción lenta, procuramos:
Ofrecer atención y contención psicológica y emocional a quienes enfrentan VGL
Respetar los tiempos y procesos internos de quien enfrenta VGL
Acciones legales para exigir cuidado emocional y diligencia por parte de las autoridades del sistema de justicia
Alta especialización en el patrocinio en búsqueda de justicia penal para casos de VGL
Capacitaciones en ciberseguridad para quienes enfrentan VGL
Con este énfasis en lo emocional no tenemos afán de esencializar el feminismo o lo femenino restringiendolo al cuidado emocional. Feministas jurídicas desde el feminismo de la diferencia enfatizaron la importancia de cualidades conciliadoras frente a un ámbito masculino y confrontacional como lo es el Derecho. Sin embargo, nos parece importante recalcar la manera en que la violencia y discriminación por género generan un daño psicológico constante en quienes la enfrentan. Ante ello, se torna una prioridad que transitar por el sistema de justicia no sea una lucha desgastante y re victimizante, sino más bien el ejercicio efectivo del derecho a obtener justicia para casos de VGL.
Para conocer más sobre el proyecto Después de la Ley y nuestra mirada del derecho y de la VGL con gafas moradas, invitamos a revisar nuestra web, un espacio de constante actualización: https://hiperderecho.org/despuesdelaley/
“AcceCine” es un Festival de cine accesible que promueve la inclusión de personas con discapacidad visual y auditiva al disfrute del cine y la cultura. Este año se está llevando a cabo de forma virtual entre el 26 y el 31 de enero con numerosas proyecciones, charlas y talleres en torno a la cultura y los derechos de las personas con discapacidad. El programa completo del evento puede consultarse desde la web oficial del Festival.
Miguel Morachimo de Hiperderecho participará del conversatorio “Cultura Accesible y Derechos de Autor,” que se llevará a cabo el viernes 29 de enero de 12:00 pm. a 1:30 pm. Lo acompañarán en ese convesatorio Fausto Viernrich, Director de Derechos de Autor de Indecopi y Renato Constantino, consultor en discapacidad y derechos humanos. Esta y todas las actividades son de libre participación y se transmitirán a través de la página de Facebook del Festival. Así mismo, esta actividad contará con intérprete de Lengua de Señas Peruana.
En este post les contamos más sobre el Manual de Proyecto que presentamos en el primer taller de Después de la Ley del 2021. Le agradecemos de corazón a cada persona que fue al taller para transmitirnos su cariño, conocimientos y compromiso por una justicia de género.
En diciembre del 2020, el proyecto Después de la Ley abrió al público su Manual de Proyecto: un manual que consolida los protocolos e instrumentos que hemos estado utilizando en Hiperderecho para brindar un acompañamiento estratégico feminista en nuestra investigación: Después de la Ley. El Manual refleja la experiencia del equipo de investigación y los procesos que diseñamos para superar los desafíos éticos y emocionales que se presentan dentro del marco de una investigación que tiene como eje temático la violencia de género.
En este post te contamos qué es el Manual de Proyecto, cómo nos está permitiendo mantener una ética de cuidado durante la realización de la investigación y por qué lo estamos abriendo al público antes de que el proyecto culmine. Leer más