
El pasado 7 de agosto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una histórica opinión consultiva (OC-31/25) en la que reconoció, por primera vez a nivel internacional, que el cuidado —remunerado o no—, así como el autocuidado, constituyen un derecho humano. La CIDH declaró que todas las personas tenemos el derecho a ejercerlo de manera digna y en condiciones de igualdad, haciendo énfasis en el acceso a los espacios y a los tiempos necesarios para la realización plena de los cuidados. Un punto importante es que lo vinculó explícitamente con el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.

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